A Vesga le había correspondido, mucho antes, el privilegio de volver a adelantar al Sporting, gracias a un remate afortunado y a un Madrid desfigurado por los cambios, hasta nueve con respecto al once titular de Múnich, y a la distensión propia de un partido de entreguerras para el líder. El delantero japonés del Yokohama es, con 50 años y siete días, el jugador más veterano en disputar un partido profesional, superando por dos días al británico Stanley Matthews, ganador del primer Balón de Oro en 1956. Titular con su equipo en la segunda categoría nipona, la J2 League, los 54 minutos contra el V-Varen Nagasaki le han valido para lograr el récord en su 32ª temporada. Desde hace años juega en su país, donde es un héroe nacional. El Xeneize vuelve a vestir la famosa marca de las tres tiras, después de 27 años, con un contrato por 10 años tras no renovar el vínculo con Nike que duró dos décadas. De Caballito, 26 años, desde hace tres años trabaja en el club y admite que Daniele, que habla perfectamente el inglés, tiene un buen nivel de comprensión del español, por su educación escolar en idiomas y por su cercanía en el vestuario con tantos argentinos.
Lo que era una acción de márketing con un jugador de 45 años, terminó con una charla en la que le propuse jugar con la selección», recuerda desde Bangkok. El gol significaba un empate implacable, apenas dos minutos después de que Cop aprovechara la vaselina de Mikel Vesga, otro detalle de los de antes, de los de siempre, de un jugador que entiende el sentido de la pausa. Veinticinco minutos después, la comitiva puso rumbo a la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, en la Real Casa de Correos, donde fueron recibidos por la presidenta regional, Cristina Cifuentes. Planea reunirse con Diego Maradona en unos días y presenciar un partido de la Liga barrial de Casa Amarilla. «Allí es como una especie de Maradona o Pelé, hay carteles con su cara por todos lados. Como se mencionó en el paso anterior, una gran parte de ser exótico es ser atractivo y novedoso.
No hace falta ser rico para tener criterio. Comunidad, y añadió que en el fútbol «hace falta honestidad, trabajo y constancia para llegar lejos». «El patrocinador de un equipo de fútbol sala era el mismo que el suyo en el Yokohama, y para relanzar el equipo le proponen jugar un partido de la liga, con una ficha especial. Asimismo, nuestra fábrica además de confeccionar estas prendas te ofrece algunas ideas con respecto a uniformes y camisetas de equipos de futbol femenino, uniformes deportivos o camisetas de futbol para equipos infantiles e incluso algunos diseños de camisetas para equipos de futbol sala o futsal. ¿Miura, en el fútbol sala? Amenazante al espacio y con gol, su versatilidad no solo suma alternativas en el juego azulgrana, sino que aporta imprevisibilidad e incertidumbre desde la perspectiva de los rivales, acostumbrados a enfrentarse en el pasado a un Barça en ocasiones demasiado académico y falto de flexibilidad en su fútbol. En esta línea, explicó que el éxito «no se regala», sino que hay que conquistarlo «día a día, minuto a minuto y partido a partido».
La presidenta autonómica protagonizó la anécdota de la jornada al vivir un lapsus al citarles para recibir el trofeo después de la final de la Champions del día 3 de junio. Ese día jugaron Zubizarreta, Chendo, Andrinúa, Sanchís, Jiménez, Míchel, Roberto, Rafa Paz, Villarroya, Manolo y Butragueño. El Madrid es un gran elenco de estrellas, nunca será un equipo con ese planteamiento. Los abrazos de sus compañeros, al concluir el partido, eran proporcionales a la dimensión de su partido, entre los mejores que ha hecho con el Madrid. McClaren confirmó en una rueda de prensa tras el partido, que no podrá contar con el pequeño ariete el próximo miércoles en Wembley. De Rossi, la “erre” suave, de una musicalidad que los argentinos no estamos acostumbrados a pronunciar, vive por estos días en el Faena. Uno duda si continuar en el club por su rango y otro debería comprender que su rango no le alcanza para lo que exige el Madrid de todos los días. El club zamorano dibujó el corazón humano en el centro de la camiseta y de él partían las arterias principales del cuerpo hacia las piernas, los brazos y el cuello.