La consagración se dio en Córdoba al ganarle 2:0 a Rosario Central, con goles de Nicolás Lodeiro y Andrés Chávez, en un partido polémico por los fallos arbitrales. El partido de ida finalizó con un empate sin goles. Durante los primeros meses del gobierno provisional, Juanita se encargó de edificar escuelas, clínicas y hospitales en toda la isla. Antes y después del triunfo de la Revolución cubana, Juanita Castro apoyó incondicionalmente a sus hermanos Fidel y Raúl.