El Atlético tuvo infinidad de ocasiones y disparos a puerta, pero Chiotis, el portero chipriota, estuvo muy atento durante todo el partido, y el conjunto visitante muy bien ordenado sobre el campo, por lo que el encuentro finalizó sin goles. Debido a las políticas deportivas de los países del bloque del Este -patrocinio del Estado a los atletas no profesionales- los búlgaros participaban en los Juegos con su selección absoluta, un conjunto amateur mucho más fuerte que el combinado de futbolistas aficionados británicos.