El 24 de agosto de 1954, el estadio de Buenavista, hasta entonces propiedad del club a través de la sociedad anónima Stadium de Oviedo, se vendió al Ayuntamiento de Oviedo. La debacle llegó en la temporada siguiente, en la que tras una desastrosa temporada, el club descendió a Segunda División B. Además, los jugadores denunciaron al club por impagos. Los nervios atenazaron a los jugadores en los primeros minutos en los que el Barcelona aprovechó para adelantarse 1-3 en el marcador; sin embargo, camisetas de futbol pronto pasó ese trance y al descanso el resultado era de 3-3. En la segunda parte se vio la puesta de largo de la segunda delantera eléctrica: al final del partido el marcador reflejaba un contundente 7-3. Gallart fue el primer goleador del Real Oviedo en la máxima categoría. Sin embargo, el Real Oviedo perdió por 2-0 y, por tanto, también la categoría. En agosto de 2007 el Real Oviedo solicitó la plaza en Segunda División del Granada 74 C. F., después de que la FIFA y a la UEFA pidieran la descalificación de dicho club de esa categoría. En medio de un proceso de suspensión de pagos y sin apoyo institucional, todos los jugadores de la primera plantilla y una buena cantidad de los del filial abandonaron el club sin que este pudiese cobrar nada en concepto de traspaso; el filial tuvo que desaparecer y apenas había medios.
Marianín conquistó el Trofeo Pichichi de esa temporada con 19 goles, el cuarto del club desde los tres Lángara en los años 30. El equipo se completaba con una buena defensa con jugadores como Vicente y, sobre todo, Carrete, que posteriormente fue traspasado al Valencia C. F. donde triunfó y cosechó grandes éxitos, y un centro del campo luchador con Iriarte como referencia. Con Antić el juego se libera del rigor defensivo de su antecesor haciéndose más brillante, pero a pesar de ello no se supera el noveno puesto en las dos temporadas completas que estuvo al mando del equipo. Con estos mimbres se confeccionó la que fue llamada como la «primera delantera eléctrica»: Casuco, Gallart, Lángara, Galé y Juan Manuel Inciarte. Sin embargo, la directiva no dejaba de reforzar el equipo con jugadores de calidad, resaltando algunas incorporaciones como las de en la temporada 1930-31 en la que llegaron Ricardo Gallart y Vicente Tonijuán -jugador que luego pasó a realizar funciones de entrenador con notable éxito- y, sobre todo, el que fue el mejor goleador del Real Oviedo y uno de los mejores de España: Isidro Lángara; o los llegados en la edición 1931-32, Julio Fernández Casuco y Galé.
Al comienzo de la 1940/41, Herrerita, alma del equipo firmó en blanco para dar ejemplo a otros jugadores indecisos y se vio obligado en numerosos partidos a realizar funciones de entrenador y delegado del equipo. A pesar de que algunos de los jugadores solo habían jugado en categoría regional hasta ese momento, el Real Oviedo pudo mantener la categoría. En la temporada 1997/98 se tuvo que jugar la promoción por la permanencia contra la U. D. Las Palmas, equipo de segunda división que luchaba por subir a primera. El estallido de la Guerra Civil truncó el devenir de este equipo llamado a las más altas cotas. El fracaso de este sistema de competición hizo que se reestructurasen las categorías ampliándose a 20 equipos la Segunda División, salvándose de este modo el Real Oviedo del descenso. 1923, al que se le cambió el nombre por el de Oviedo Astur Club de Fútbol, abreviado de forma intencional en Oviedo A. C. F., con un escudo muy similar al del Real Oviedo y colores idénticos. A partir de la temporada 1942/43, durante 5 temporadas, y coincidiendo con la presencia de Manuel Meana en el banquillo, el club remontó su situación deportiva que llegó a ser estimable aunque nunca llegó al nivel anterior al de la guerra.
Viene en un pack de dos y hay varios tipos de surtidos diferentes para que elijas el tuyo. El ayuntamiento, contra lo que había auspiciado durante la campaña electoral de ese año diseñando un plan de reflotamiento de la entidad, decidió liderar la opción que ya se ha hecho con muchos otros clubes de España, la refundación del club a partir de otro preexistente. El club no se recobró del mazazo la temporada siguiente, perdiendo la categoría y bajando a Segunda División B por primera vez en su historia. Al final de esa temporada, Paquito y Sánchez Lage fueron traspasados al Valencia C. F. y, en la siguiente, Iguarán al R. C. D. Mallorca y José María al R. C. D. Español. La temporada siguiente, 1971/72, fue un éxito al quedar campeones de Segunda División con Galán consiguiendo el Trofeo Pichichi de la categoría, con 22 goles, y Lombardía el Zamora con 19 goles encajados, ascendiendo así a Primera División. El empate sin goles en el partido de vuelta celebrado en el Estadio Lluís Sitjar de Palma de Mallorca dio el ascenso al Real Oviedo. Otra vez campeones de la categoría de plata en la temporada 1974/75, esta vez con Vicente Miera en el banquillo, para volver a perder la categoría en la siguiente campaña 1975/76. La temporada 1976/77 quedó marcada por el derbi contra el Real Sporting de Gijón en el estadio Carlos Tartiere; el Real Oviedo salió derrotado, alejándose con ello del ascenso mientras se lo aseguraba el eterno rival.