Y aunque, como en el amateurismo, a los equipos de Rosario se les permitió competir en las copas nacionales oficiales organizadas por la AFA y sus antecesoras, fue recién a partir de 1939 que, con la incorporación a la primera división de Newell’s y Rosario Central, se fueron sumando de manera lenta y progresiva a las distintas categorías de ascenso equipos de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, pero esto no llegó a generalizarse al resto del país.